Ayer ordené mi
casa. Y entre bolsa y bolsa, caja y caja, encontré mi celular viejo,
destartalado. Recordé que lo seguía usando a pesar de no tener
tapa, estar despintado y ser de los primeros con cámara. También
recordé que dejé de usarlo sólo porque en mi cumpleaños, mis
compañeras de trabajo me regalaron uno (sin cámara, pero nuevo)
para que dejara de usar el destartalado porque les daba vergüenza
ajena.
Ese que me
regalaron, en mi viaje lo perdí. Así que cuando volví, lo primero
que hice fue buscar al destartalado que sabía lo había guardado en
algún lugar. No lo encontré. Desistí. Pasé un mes sin celular y
no me importó. Pero un día sentí que necesitaba comunicarme
virtualmente y conseguí uno usado, al cual tuve que ponerle un chip
de una línea diferente a la que tenía antes.
Perdí todos mis contactos y me chupa un huevo.
Perdí todos mis contactos y me chupa un huevo.
Así que en la noche
de ayer, entre bolsa y bolsa, y caja y caja, encontré mi viejo
celular destartalado.
Lo puse a cargar.
Le metí un chip que
encontré en el cajón.
Lo prendí.
Fui directo a
archivos.
Vi que había diez
videos guardados.
Me serví una copa
de vino blanco helado.
Me recosté.
Los miré todos.
1. El primero fue el
peor. Era de mi tía Chola, la que murió. Una vez escribí un post
que decía que había llorado pensando en que jamás iba a volver a
escuchar su voz.
No es cierto. La
grabé. Tengo su voz. Tengo su voz cantando su canción preferida una
tarde en que tomamos vermú en su casa.
No sabía la
existencia de ese video. Lloré.
2. Un atardecer que
parece bastante lindo en el cuadrado (la pista de patinaje del parque
rodó). Se siente murmullo. Dura pocos segundos. No sé con quién
estaba.
3. Sólo hay sonido.
Es la voz del rulo, la reconozco. El rulo habla y yo río. Río a
carcajadas, me ahogo de risa. Él imita la forma de hablar que tiene
la gente que vive en Rivera ya que acababa de volver de allí, por
haber ido a visitar a su madre.
Intenté hacer
memoria y recordé que ese video lo filmé una noche de invierno
cerca de la plaza Barroso, en un murito, sentada sobre su falda.
Dice algo así,
como: “no es, no sé quim faló quel cara tocaba todos los
instrumentos, mais esa vagacera, ¿qué vai tocar ese gurí? ¡Deiya
quieto! Todo legal con el cara igual. Deiya quieto, deiya”.
4. El rulo tocando
la guitarra y cantando en el apartamento de Av. Italia. No le filmo
la cara, filmo una pared. Las noches que dormíamos juntos, nos
levantábamos tardísimo si yo no trabajaba. A veces ni
desayunábamos, que él ya agarraba la guitarra y tocaba una canción.
Cuando cantaba “true love will find you in the end” de Daniel
Jonhston, sentía que podía morirme así, escuchándolo. Pero nunca
se lo dije.
En el video, la
canción que canta dice así:
No hay
sentimiento que fingir
que no puedo
que me muero
esas putas
sin cabeza
sólo hay mierda
mierda por venir
creíste que
todo poco importa
aunque sepas que
no voy a estar
río bajo, fluye
el miedo al andar
que no puedo
que me muero
esas putas
sin cabeza
el amor y el
trabajo enferman
son como cuervos
conociéndose
sólo es el miedo
que no puede
aunque sepas que
no voy a estar
río bajo, fluye
el miedo al
andar.
5.Sólo sonido. Se
ve todo negro. Grabo la canción “Nico Cuevas” de los Buenos
Muchachos, tocada por los Dos Daltons en un bar.
6.Filmo ramas de
marihuana colgadas en un cuerda en el cuarto de mi ex. Son muchas, me
acerco a los cogollos, me alejo. Imágenes sin sonido.
7.Dura pocos
segundos. Es un video filmado por mi ex en Jujuy. Parece una
equivocación de algo que quiso ser una foto. Estoy culo para arriba
con una tanga negra, tendida en una cama. Mi culo parece perfecto y
yo parezco estar dormida. Sé que lo filmó él y que es en Jujuy,
porque el video se llama: “Culo Jujuy”.
Cuando el video terminó, sentí el paso del tiempo en todos los sentidos. Sentí tristeza.
8.Imagen y sonido.
Estoy en la casa de mis padres. Filma mi hermana. Estoy depilándome
las piernas con cera. De fondo suena Silvio Rodríguez. Ella filma
porque voy a pegar el tirón y quiere un recuerdo de mi cara
sufriendo.
Pego el tirón,
parece que voy a gritar desgarradoramente pero no. En silencio hago
una mueca, y a esa mueca, la uso como pie para fingir que estoy
bailando. Mi hermana ríe y corta el video.
9. “Guada teta”,
se llama el video. Tiene imagen y sonido. Es en la Médica Uruguaya,
hace más de tres años. Recién había nacido mi ahijada y yo
filmaba la primera vez que tomaba teta de su mamá.
María (la madre),
dice que tiene hipo y lo dice al borde del llanto. Yo le digo que
tranquila, que nadie se murió de hipo. Ella responde: "Guadalupe es muy
chiquitita". No emito palabras, y en silencio, sigo filmando.
Empiezo a obsesionarme con tu forma de escribir.
ResponderEliminarHusmeando llegué al relato de Ramos, La Chica de Pelo Verde.
Es increíble ese muchacho, increíble.
Saludos!
Pedazos de vida que ya no son.
ResponderEliminarLos puedes regalar a un banco de imágenes para que de aquí 200 años un grupo de extraterrestres discutan sobre quien era la propietaria del culo de Jujuy.
Claro que entonces a ti ya te dará igual.
Tus restos pensarán: me chupa un huevo.
Besos.
Nomás te quiero comentar algo, del punto 1.
ResponderEliminarLa otra vez pensaba en mis abuelos. Encontré cartas de amor que se mandaban por una circunstancia que no viene al caso. Pensé que al estar leyendo(los) los mantenía un poquito vivos. Lloré, naturalmente. Ahora me eriza un poco pensar en qué pasaría si tuviera grabadas sus voces, sus gestos.
Me chocó que dijeras que "el primero fue el peor". Después pensé en las cartas de mis abuelos.
Peor. Sí. Yo hubiese usado esa misma palabra.
Abrazo.
¡Excelente! Si es verídico por entender qué ahí había una historia. Si es ficción, merece el primer premio de algo.
ResponderEliminar¡Ey! ¡Qué lindos pantallazos de una vida!
ResponderEliminarMe deja un saborcito triste, pero muy lindo.
Es muy lindo leerte.
Saludos.