Nos adentramos en la selva. Hace frío. La humedad es espesa. Cada tanto llueve.
Arriba, en el cielo, una nube negra amenaza el camino.
Mi estómago es un fuego.
De la playa nos vinimos a la nieve. Montañas con picos nevados queríamos.
Ahora estamos en las nubes. Sólo se ve blanco. Tengo miedo.
No quiero morir en las alturas ni en ningún lado. No hoy. Hoy no es día para morir.
nunca es día. Pero nunca no existe, siempre me pasa lo mismo
ResponderEliminarhay días que parecen de playa y días gélidos donde queremos escondernos del mundo
ResponderEliminaren un dia de playa tambien se puede morir!!!!
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