miércoles, 25 de febrero de 2015

Lluvia

La melancolía de la tarde
hace su tarea infinita
la brisa anticipa la lluvia
el sol se va como rápido
se va sin saludar
y el viento llega y se estanca
mis ojos fijos en el árbol
lo veo mover su copa, fuerte

Observo a mí alrededor
la naturaleza muta
preparo el romero
dejo que los perros laman
mi cara, cuello, manos
mi boca
así es que me quieren

Oscurece
cerré los ojos
los abrí
y era la noche
dejé de leer, ya no veía
me pregunté mil cosas
discutí conmigo
la tristeza, la soledad

El ventarrón enloqueció
subí a mi altillo
y desde la cama
con los ojos
en mi ventana
esperé
la lluvia


(Ahora pienso
¿Por qué no
la esperé
afuera?


Yo siempre fui
una cobarde)



(encontrado en una libreta del 2010)

3 comentarios:

  1. Tod@s somos, de una forma u otra, cobardes en algún momento de la vida.

    En algunos casos durante toda la vida, pero espero que esos sean los menos.

    Saludos

    J.

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  2. ¡Aaah! ¡Pero qué lindo esto!
    ¡Triste, pero muy lindo! O tal vez, por triste, más lindo.

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